miércoles, 16 de diciembre de 2009

de llegadas y partidas

y llegó la navidad
dulce, dulce, dulce... navidad.
Las esquinas huelen a castañas, las plazas se han llenado de norias y carruseles y las barbas a papa se han afeitado para endulzarse con sucre * (azúcar) y que así los niños más cansinos no pidan nada mientras tienen la boca llena de esa esponja rosa ¡tan sabrosa!
y llegó también el frío, con dias de nubes y noches de tormentas, con atadeceres que incendian el horizonte mientras que en un autobus la cabeza da vueltas.
y en estos días que he estado sin llegar, mientras... hasta aquí llegó mi primera visita.!
un billete de tren y una maleta.
Por la ventanilla el paisaje pasaba tan deprisa como nuestras vidas...
y esque los días pasaron entre idas y venidas, entre risas y moñigas en la mejor compañía
tal vez haya sido la peor guía... (tal vez sea porque no estoy acosumbrada a ser turista) pero en estos dias no reconocí donde vivía...
como un huracán llegó,
acabó con la puntualialidad habitual francesa, con el orden policial del transporte y hasta el clima trastornó!
pero nada de esto fue un problema, porque cuando no tienes nada planeado... es imposible que nada salga mal!
asique fue fácil dejarse llevar... por las calles de aquí y de allá, el tiempo se nos escurrió por las aceras y los charcos se llenaron de barro. del campo a la ciudad, de Mónaco a Marseilla, y del bullevar al callejón oscuro de atrás...
y como toda llegada tiene su partida, el reloj, obseso por el paso del tiempo, dió la hora de regreso...
la próxima llegada...
será la mía.